Terminó la Pasión...comienza la espera...
Tras largos meses de espera llegó la Cuaresma. Cuarenta días cargados de actos relacionados con el mundo cofrade: besapiés, besamanos, cultos, conciertos, presentaciones de carteles, pregones, etc.
Cuarenta días que, sin embargo, pasaron más rápidos que otras jornadas del año. La espera se acortaba, la Semana Santa ya se podía intuir
El incienso hizo su aparición, los azahares florecieron, el olor fresco de las flores adornando los pasos, el vivo movimiento de la luz de las velas, los infinitos colores de los que iban tiñendo las velas de cada una de las hermandades el suelo, la música, el silencio, la alegría y el recogimiento hicieron de Écija una ciudad aún más bella si cabe.
Una semana cargada de sentimiento, de nostalgia, recuerdos, tradición. Una semana para conmemorar la Pasión y Muerte de Nuestro Señor, que un año más bajó a las calles de Écija para la contemplación de todo un pueblo.
Una semana en la que María, fe de la Ciudad del Sol y de las Torres volvió a llorar tras su hijo, bajo un palio estrellado de infinitos colores.
Pero todo lo que llega, pasa, por mucho que se ansíe, el tiempo corre, y ahora quedan 372 días para que las palmas vuelvan a inundar el centro de la ciudad.
En esta fotografía se muestra la bandera de la Hermandad de la Soledad portada como es característico, arrastrando, por uno de los nazarenos del cortejo de la Sagrada Imagen del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, la más antigua que procesiona en nuestra milenaria ciudad.
Cuarenta días que, sin embargo, pasaron más rápidos que otras jornadas del año. La espera se acortaba, la Semana Santa ya se podía intuir
El incienso hizo su aparición, los azahares florecieron, el olor fresco de las flores adornando los pasos, el vivo movimiento de la luz de las velas, los infinitos colores de los que iban tiñendo las velas de cada una de las hermandades el suelo, la música, el silencio, la alegría y el recogimiento hicieron de Écija una ciudad aún más bella si cabe.
Una semana cargada de sentimiento, de nostalgia, recuerdos, tradición. Una semana para conmemorar la Pasión y Muerte de Nuestro Señor, que un año más bajó a las calles de Écija para la contemplación de todo un pueblo.
Una semana en la que María, fe de la Ciudad del Sol y de las Torres volvió a llorar tras su hijo, bajo un palio estrellado de infinitos colores.
Pero todo lo que llega, pasa, por mucho que se ansíe, el tiempo corre, y ahora quedan 372 días para que las palmas vuelvan a inundar el centro de la ciudad.
En esta fotografía se muestra la bandera de la Hermandad de la Soledad portada como es característico, arrastrando, por uno de los nazarenos del cortejo de la Sagrada Imagen del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, la más antigua que procesiona en nuestra milenaria ciudad.
Fotografía y edición: Francisco Javier Sarabia García
© Todos los Derechos Reservados
© "Écija a través del objetivo" 2018
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